Después el plan inicial era ir al casco pero nosotros débiles esclavos de la ludopatía y el vicio acabamos la noche en el casino, y hubo unas rachas un tanto curiosas, en una ruleta salieron 6 veces seguidas el nº 19 (parece imposible, eh!) y el mismo nº a la vez en cuatro ruletas, que decir tiene que el 0 salió muchas veces, mira que es raro que salga el 0, y además salió en dos de mis apuestas, y además la primera vez que me salió mi estupidez protagonizó una peculiar anécdota:
(ya hacia tiempo que no jugaba y no recordaba bien las apuestas) si te sale el cero pierdes la mitad, yo pensaba que lo perdías todo(cuan estúpido) y además se me cruzaron los cables y en esta apuesta (la primera de la noche) me lo jugué todo, y me fuy de la mesa horrorizado por haberlo perdido todo, se lo conté a P. y me dijo que solo habia perdido la mitad, y lo que es mejor vuelvo y había salido otro nº que había hecho que ganara y me quedara igual que antes, retiré mi apuesta y menos mal que no llegue un nº más tarde que lo habría perdido todo, a lo largo de la noche gane, perdí y al final me fuy con una misera ganancia aunque ya es algo dado que mis demás compañeros lo perdieron todo y uno se quedo como había entrado.
Además mi amigo P. decía que no me iban a dejar entrar por ir con mi camiseta negra con un leopardo, pantalón gris multibolsillos y botas de treking , a él dos veces no le dejaron entrar por ir con chandal, pero es obvio que entre, donde hay clase hay clase(lastima no haber apostado a que me dejaban entrar, cosa que se planteo de camino).
Y pudimos disfrutar de las apuestas, de las copas de champán (me tome al menos 6) que repartía un tío muy majo y de los trozos de turrón que daban una preciosas Mamas Noel.
