Carril bici junto al Gállego arreglado, llegó a hundirse depués de que el Gállego depositase gravas en la margen izquierda y acercase su cauce al carril, después de una gran crecida quedó a unos metros y con la erosión terminó por ir acercandose y hundirse el terreno hasta engullirlo. Cabe resaltar que la señalización era muy mal y era un peligro, ha estado años mal señalizado hasta arreglarlo hace poco.
A unos escasos cientos de metros de su sesembocadura en el Ebro.
Han hecho movimientos de gravas, en la margen izquierda las han acumulado a modo de mota, a ver qué pasa con ellas la próxima crecida.
He de confesar que esta foto no es mía, creo que la hizó Bea, eso sí, si su calidad no es mayor es mea culpa porque fue hecha con mi móvil como la mayoria del blog.